Frutos del compartir

Charlando acerca de la meditación en relación a jóvenes que se interesan por el tema aparecieron estas palabras:

Muchos gurúes, muchos filósofos y maestros siempre han sostenido que eso es necesario, y por lo tanto han creado una especie de mito de que uno debe producir ese silencio en la mente para llegar a algún fin, que se supone que ellos conocen y saben, pero que no pueden explicar adecuadamente... porque debe ser una vivencia. Pero, al enseñar eso, siempre cometen el mismo error, que es ponerte en la cabeza la idea de que debes estar en silencio interior, pero no transmiten la noción de realmente porqué es así, ni mucho menos te lo facilitan, ya que en realidad, lo único que hacen es plantarte en la mente un deseo más, otra meta, otro objetivo para alcanzar, hablan de la bienaventuranza, de la paz, del entendimiento o la iluminación; algo más para conseguir (como si fuera comprar algo nuevo), otro cambio para hacer en uno mismo... algo más para agregar al paquete de cosas que somos y que no nos gustan y que "debemos cambiar", ser distinto de lo que es.
Mi mente es ruidosa, eso puede llegar a ser molesto, y me pongo el objetivo de aprender a meditar para silenciarla... entonces tengo más ruido que antes, porque el pensamiento no va a cesar solo porque uno se lo proponga, igual que las uñas o el pelo no van a dejar de crecer solo porque uno lo desee. La actividad de la mente tiene razones para estar allí. Y si la mente quiere divagar, por más que quiera evitarlo lo va a hacer.... porque ¿quién es el que se propone silenciar al pensamiento, sino otro pensamiento, que domina la cancha durante un rato, hasta que venga otro y lo haga a un lado? Esto es fundamental, el proceso del objetivo, sea noble o sea un deseo corriente, es uno de pensamiento, se expresa como pensamiento, es pensamiento, o sea actividad mental. Y una actividad mental no puede silenciar la mente.
Ahora, si tenemos suficiente energía, y eso se consigue dejando de pelear internamente para silenciar la mente, podemos seguir los movimientos de cada pensamiento, hasta que se agoten, uno a la vez. Solo cabe un pensamiento a la vez en la mente, a veces se suceden tan rápido imágenes y palabras, que parece que pasan muchas cosas al mismo tiempo, pero si nadie te corre, si no hay presión ni objetivo, el solo hecho de estar hace que vayas observando esto... esto solo va tranquilizando naturalmente a la mente, ese es el primer paso, y quizás el último que podamos "hacer" - pongo hacer entre comillas, porque es al revés, no hay nada que hacer....
La dificultad suele estar en los bloqueos internos, cada vez que nos hemos sentido lastimados en la vida, hemos formado un bloqueo, hay cosas que no queremos volver a sentir... esas cosas necesitan emerger a la superficie, por así decir, de la mente, necesitan que las veamos, no es que debamos aprender algo en particular de ellas, pero están empujando para salir, porque las hemos trabado en algún momento; entonces pasa que de bien que uno va observando lo que pasa en la mente, después de haber estado también atento al mundo alrededor en primera instancia, uno encuentra que empieza a sentir una especie de incomodidad, se siente en el cuerpo, en los músculos, en los nervios, no se llega a una relajación espontánea, eso es porque los bloqueos están tocando a la puerta, han visto que hay una oportunidad de aparecer y la quieren tomar, por así decir. En psicología le han llamado el subconsciente, pero la división entre el consciente y el subconsciente es una división que creamos y ejercemos nosotros mismos, por medio de nuestra voluntad (que es pensamiento), ese esfuerzo para mantener a raya lo que no nos gusta, nos desgasta y nos impide la verdadera meditación, ese esfuerzo es el yo, se realiza intencionalmente primero y por hábito a la larga.
Es ahí que la meditación podría empezar a tener sentido, en realidad eso no es meditación todavía sino solo un proceso de depuración, es como vaciar los intestinos, después te sentís mejor, más liviano.... ;-) perdón por la comparación, pero hay tantas similitudes entre lo "espiritual" y lo fisiológico. Pero si ante esa incomodidad, uno se re-acomoda, se mueve, cambia de tema, o lo que sea, entonces en ese instante pequeñísimo, tanto que ni nos damos cuenta, se vuelve a enterrar el asunto y de ahí en más, más vale echarse a dormir, o ponerse a hacer otra cosa, porque no va a pasar nada que valga la pena verse. (nota posterior: mentira, se puede continuar igualmente, la correcta intención a la corta o a la larga traerá el estado correcto)
Si se lo deja, el pensamiento tomará su propio curso, mostrará lo que necesita ser visto, y luego, vendrá un silencio breve, hasta que aparezca alguna otra cosa, durante ese breve momento de silencio entre un pensamiento y otro es que pasan las cosas de la meditación. Es un instante de No Yo, que dura muy poquito, pero, ese instante es de totalidad, y la totalidad tiene otra energía, te das cuenta de que has tocado ese punto porque el cuerpo se relaja espontáneamente y se tiene una sensación de despertar, creo que esto último se debe a que al descargarse imágenes de la mente de esta manera (imágenes=ensueños), la energía que consumían se libera y está disponible para la conciencia. Ese espacio de silencio entre pensamientos es lo que los psicólogos llaman inconsciente. En realidad, esta división también sería una ilusión, porque una persona que pueda vivir sin lucha interna de ninguna clase, estaría siempre apoyándose en este inconsciente mientras se manifiesta su actividad mental cuando necesaria, la cual, al no haber lucha, no genera un subconsciente. Es como el silencio y el sonido, el primero incluye y da sustento y significado al segundo.

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